Dos Padres, Dos Madres: Una sola devoción

Hoy escuchando a Isabel Sánchez, secretaria de la Asesoría Central del Opus Dei, he sido consciente de una realidad muy poderosa que hace que ame más a Dios, a la Virgen María, a mi padre (ya fallecido) y a mi madre, que la sigo teniendo a mi lado.

Una toma de consciencia muy potente que creo que va a cambiar mi relación con mi madre, con Dios y la Virgen María y, por ende, voy a ser mucho más feliz.

Comentaba Isabel que tenemos 2 padres: el Padre celestial (Dios) y el padre terrenal. Por analogía podemos decir que la Virgen María sería nuestra Madre celestial, y luego estaría nuestra madre.

Es un hecho que cualquier católico ya sabe, pero tomar conciencia de ello, interiorizarlo de forma profunda, lo cambia todo.

Muchas veces nos centramos en intentar agradar a Dios y a la Virgen María y, en cambio, descuidamos nuestra relación con nuestros padres, o viceversa. No creo que al Señor le guste eso.

Amar, honrar y venerar a nuestros padres biológicos debería ir de la mano con la adoración a Dios y la veneración a la Virgen María. Ya lo dice el 4º Mandamiento: «Honrarás a tu padre y a tu madre».

¿Y si tomásemos cada interacción con nuestros padres, como un medio para adorar a Dios?

Esto me ha volado la cabeza.

Automáticamente me ha hecho mirar con otros ojos a mi madre. La debería tratar como si estuviera tratando con la Virgen María. Ponerme a sus pies, nunca hacerle un mal gesto, dedicarle tiempo, vivir por y para ella.

Creo que esta idea va a mejorar mucho la relación con mi madre, con Dios y con la Virgen María 🙂

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio